Zarzuela y Moncloa prohíben volver a Juan Carlos I por desoír la orden de 2020 de no salir de Abu Dabi
La sensación inicial de «sorpresa y decepción» en Zarzuela y Moncloa por la poca discreción del Rey Juan Carlos en su regreso a España a fines de mayo se ha convertido ahora en una airada prohibición formal al Rey emérito de no volver a pisar España por desoír la orden de 2020 de no salir de Abu Dabi, según ha podido saber OKDIARIO. En el entorno de la Casa del Rey, porque entienden que su turbio legado destroza el ejemplar reinado de Felipe VI. En Moncloa, porque consideran que Juan Carlos I no ha cumplido con la orden que se le impuso en 2020 en boca de la entonces vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo: «Mientras gobernemos nosotros, Don Juan Carlos no volverá a España». Y consideran un insulto que se haya vuelto a Abu Dabi sin dar explicaciones. «¿Explicaciones de qué?», dijo el emérito en su reciente viaje a España con cachondeo.
Esta vez, la orden que se le ha hecho llegar al Rey emérito es explícita, formal y sin rodeos. Y es una de las razones que explican que Juan Carlos I no venga a España este 10 de junio para las regatas de la localidad pontevedresa de Sangenjo, tal y como estaba previsto. Y como si esto no fuera suficiente, Hacienda persigue ahora conocer si Juan Carlos I «tuvo un incremento de patrimonio no justificado ante el fisco desde que abdicó como Rey». Le pide que acredite el origen de los fondos con los que se sufragaron los vuelos y el resto de gastos derivados de las cacerías a las que fue invitado entre 2014 y 2018, es decir, cuando ya no era jefe del Estado.
“Mientras gobernemos nosotros…»
La frase de Calvo fue lanzada por la mano derecha de Sánchez en el PSOE a finales de julio de 2020 y ante la atónita mirada del jefe de la Casa de su Majestad el Rey, Jaime Alfonsín. La frase de la vicepresidenta del Gobierno no surgió de la nada. Desde el mes de febrero y hasta el día 3 de agosto de 2020 en el que Juan Carlos aceptó definitivamente abandonar España, fueron varios los encuentros entre Calvo y Alfonsín, y numerosas las presiones para que el emérito saliera de escena. Hasta fue el propio presidente del Gobierno quien cargó las tintas en público alarmado por las noticias «inquietantes, que nos perturban a todos» del ex monarca.
Una fecha clave fue el 31 de julio de 2020, un día en el que Pedro Sánchez y el Rey Felipe VI compartieron acto y paseo en San Millán de la Cogolla. Allí, el presidente del Gobierno no se anduvo con rodeos: «Ahora [Juan Carlos I] tiene que regularizar la situación fiscal», le dijo Sánchez al Rey Felipe VI. Ese 31 de julio, a sólo tres días de la comunicación de la salida de España del emérito, ya estaba pactado y aceptado por Juan Carlos su inminente viaje al extranjero. Tres días después, el 3 de agosto de 2020, el Rey emérito saldría de España con destino a Emiratos Árabes Unidos «para contribuir» a que el jefe del Estado pueda desarrollar su función «desde la tranquilidad y el sosiego» que el cargo requiere, según la carta que difundió entonces la Casa del Rey. Tanto Zarzuela como Moncloa coincidían en una cosa: lo mejor que les podía ocurrir a ambas instituciones es que Don Juan Carlos esté lo más lejos posible de España.
Juan Carlos I ataca de nuevo
El 7 de marzo de 2022, una semana después de que la Fiscalía archivase las dos causas que estaban abiertas en el Ministerio Público sobre la fortuna del Rey Juan Carlos I, -las referidas a las presuntas comisiones ilegales por la adjudicación del AVE a La Meca, las del supuesto uso de tarjetas black sufragadas por un empresario mexicano, y la relativa a la fortuna que habría ocultado en la isla de Jersey- la Casa del Rey difundió un comunicado en el que se anunciaba la intención de Juan Carlos I de visitar «con frecuencia» España. La noticia cayó como un misil en Moncloa.
Tal como informó OKDIARIO, a Sánchez le indignó profundamente la idea de que Juan Carlos I regrese a España de «forma frecuente» como rezaba el comunicado que dio a conocer Zarzuela. No sólo porque, como él mismo admitió en un viaje a Letonia, desconocía «el contenido» de la carta del Rey emérito -apenas fue informado unas horas antes- sino porque tampoco se le consultó sobre los perjuicios que podría acarrear su regreso no sólo al Gobierno sino incluso a la propia Corona.
Posteriormente, Juan Carlos I decidió retrasar sine die su regreso a España. El motivo de postergar ese viaje -que estaba previsto para «los meses de mayo o junio»- fue la indignación que causó en Pedro Sánchez la sorpresiva decisión del emérito de volver a España. Esto provocó que el monarca congelase de inmediato su plan de volver a España que había dado a conocer a través de un comunicado en el que le trasladaba a su hijo, el Rey Felipe VI, su deseo de volver «con frecuencia» al país en los próximos meses. Al final, las negociaciones se reactivaron no sin antes negociar con el Rey emérito hasta el más mínimo detalle de su regreso.